La Avena se llama Avena sativa y pertenece a la Familia Taxonómica de las Gramineae, se consume principalmente en forma de hojuelas; se trata de un cereal muy común en la dieta del mexicano; se cultiva en el Cercano Oriente desde los orígenes de la agricultura, hace más de 8 mil años; rápidamente se extendió su cultivo y consumo por Asia y el Mediterráneo, creceen los climas templados y fríos de la República Mexicana.

100 gramos de hojuelas de Avena nos proporcionan 373 kilocalorias; el 6% de su peso es agua; el 65% de su peso son carbohidratos; los diabéticos deben de consumirla en pequeñas cantidades mezclada con semillas. oleaginosas como los cacahuates y las almendras y vigilar los niveles de glucosa en ayunas y dos horas después de cada alimento.

La Avena es un cereal, con el 16% de proteína (el huevo de gallina tiene 12%); tiene poca grasa, con el 7%; es fuente de una buena cantidad de fibra Dietética con el 7.6%, a base de pectinas y amilopectinas; sus enizimas y sobre todo las fibras mejoran la digestión porque nutren a la microflora intestinal y por lo tanto estimulan al sistema inmunológico.

En varios estudios clínicos con estas fibras, se ha comprobado su eficacia para arrastrar a través del intestino delgado y grueso el colesterol que el hígado envía a la vesícula biliar en forma de sales biliares de colesterol, las cuales se vacían en el duodeno cada que se consumen. alimentos; para ser expulsado en el excremento; lo cual se logra sólo si se consumen fibras vegetales: un plato de 300 gramos de verduras y/ó frutas por cada 10 kilos de peso.

100 gramos de Avena nos proporciona varios minerales, como el Calcio con 54 miligramos (mg); Fósforo 264 mg; Hierro 4.7 mg; Potasio 350 mg; Magnesio 177 mg; Sodio 4 mg; Zinc 3970 microgramos (ug) y Selenio 45 ug.

Las hojuelas de Avena, en 100 gramos nos proporcionan antioxidantes al base de Vitaminas del complejo B: Tiamina B1 730 ug; Riboflavina B2 140 ug; Niacina B3 800 ug; Piridoxina B6 120 ug y Ácido fólico B9 32 ug.

Una lechada de hojuelas de Avena y Amaranto para niños a partir de los seis meses y hasta el año de edad; después del año, se pueden introducir poco a poquito las semillas oleaginosas como el ajonjolí, linaza, cacahuate y las almendras, como sustituto de la leche de vaca y de las fórmulas lácteas; esta lechada se puede consumir hasta el final de la adolescencia, o toda la vida; esta lechada proporciona más proteina, más calcio y más hierro que la leche de vaca y el huevo.

Las Naciones Unidas, a través de la FAO recomienda a los países con pobreza alimentaria, promover el consumo de leguminosas y cereales de la región, pues esta combinación en la dieta, por ejemplo de frijoles con con Maíz, Avena y Amaranto, representa el consumo de proteínas y todos sus aminoácidos, con una riqueza nutricional equivalente a consumir carne, pero sin los daños a la salud de ésta última.