La Cebolla Morada se llama Allium cepa y pertenece a la Familia Taxonómica de las Amarilidaceae; es una hierba bienal, de un metro de altura en el momento de la floración; es originaria del Asia Central, pero rápidamente se esparció su cultivo por toda Europa y el Mediterráneo; fue domesticado desde los inicios de la agricultura, hace unos 10 mil años; se consume a diario como aderezo de sopas y guisos; las sustancias que hacen llorar al picarla son a base de sulfóxidos de tiopropanal, lo cual se evita mojándola.

100 gramos de Cebolla Morada, nos proporcionan 35 kilocalorías; el 89% de su peso es agua; el 8% de su peso son carbohidratos, con bajo índice glicémico, razón por la cual lo pueden consumir en la dieta las personas con diabetes; contiene el 1.3% de proteína y el 0.1% de grasa, de fibra soluble, tiene el 2%.

La Cebolla Morada, contiene por cada 100 gramos varios minerales; como el Calcio con 33 mg; Hierro 1.4 mg; Sodio 10 mg; Fósforo 40 mg; Magnesio 12 mg; Potasio 157 y Zinc 80 ug.

La Cebolla Morada, también nos proporciona varias Vitaminas por cada 100 gramos: Tiamina B1 60 ug; Riboflavina B2 20 ug; Niacina B3 300 ug: Piridoxina B6 140 ug: Ácido Fólico B9 20 ug: Vitamina C: 11 mg; Vitamina E: 140 ug.

La Cebolla Morada es ampliamente usada en la Medicina Tradicional. Mexicana en varios remedios y medicamentos herbolarios para las enfermedades respiratorias; nosotros, en el Programa Universitario de Plantas Medicinales preparamos un Jarabe para la Tos a base de la Cebolla Morada, Ajo, Xoconestle, Miel de Abeja y Aceite esencial de Eucalipto.

Los estudios Fitoquímicos refieren la presencia da varios aceites esenciales sulfurados o azufrados como la Propil-aliína, así como grandes cantidades de Epigenina, uno de los muchos antioxidantes. que contiene la Cebolla Morada para desnudar cada célula cancerosa; luego de lo cual los linfocitos proceden a la destrucción de los tumores cancerosos; su capacidad médica para recuperar la salud radica en la presencia de una gran cantidad de antioxidantes a base de flavonoides y polifenoles como la Quercetina, el Kaempferol, la Rutina, y ácidos como el Sulfo-ciánico, Succínico, Fumárico, Gálico, Ferúlico y Oleanólico, entre otros.