La Mandarina se llama Citrus nobilis dulcis y pertenece a la Familia taxonómica de las Rutaceae, se cultiva desde los orígenes de la agricultura, hace unos 10 mil años en el Asia tropical y en China, su nombre se debe al color de los trajes que utilizaban los Mandarines, gobernantes de la antigua China; se trata de una de las frutas más consumidas en México durante la época invernal.

100 gramos de Mandarina nos proporcionan 39 kilocalorías; 87 gr de agua; Grasa: 0.3 gr; Proteína: 0.8 gr; Carbohidratos: 13 gr, de los cuales 11 son glucosa y sacarosa, razón por la cual las personas con diabetes, la deben de consumir en pequeñas cantidades; Fibra soluble: 1.9 gr, a base de pectinas y amilopectinas; a través de las cuales se mejora y revitaliza la microflora intestinal y por lo tanto aumenta las defensas.

La Mandarina, por cada 100 gramos nos aporta: Vitamina A: 400 ug; Alfa Carotenos: 85 ug: Beta Carotenos: 130 ug: Beta Criptoxantinas: 352 ug; Luteína + Zeaxantinas: 116 ug; Vitamina C: 30 mg: Vitaminas del complejo B; Tiamina B1: 40 ug; Riboflavina B2: 40 ug; Niacina B3: 300 ug: Piridoxina B6: 30 ug y Ácido Fólico B9: 21 ug y Vitamina E: 0.18 ug.

En lo referente a los minerales, 100 gr de Mandarina nos proporcionan: Calcio: 37 mg; Hierro: 0.3 mg; Fósforo: 18 mg; Magnesio: 11 mg; Sodio: 1 mg; Potasio: 160 mg; Zinc: 70 ug y Selenio: 0.5 ug.

La gran cantidad de antioxidantes de frutas como la Mandarina, además de prevenir cáncer, previenen los infartos, la diabetes, la artritis y todas las enfermedades crónico-degenerativas; para los enfermos graves se les recomienda consumir al menos tres platos de 300 gramos de frutas variadas, además de 3 platos de 300 gramos de verduras, como terapia complementaria.