La Avellana se llama Corylus avellana y pertenece a la Familia Taxonómica de las Betulaceae; se trata de un árbol de unos 6 metros de altura, originaria del Asia Menor; crece en climas templados y húmedos; su cultivo se remonta a los orígenes de la agricultura, hace más de 8 mil años; llegó a México en el siglo XVI.

Cien gramos de Avellanas proporcionan 620 kilocalorías; el 6% de su peso es agua y el 17% son Carbohidratos; tiene el 6% de Fibras solubles como las pectinas y las amilopectinas: Proteína: 16% y Grasas el 60% de su peso. Las Avellanas, como todas las Oleaginosas, son ricas en grasas de muy buena calidad para los humanos, y de esta semilla el 35% de su peso son ácidos grasos poliinsaturados y el 8% son monoinsaturados; así que se recomienda como sustituto de las grasas animales.

Por cada 100 gramos, las Avellanas nos proporcionan Vitamina A: 1 microgramo (ug): Vitaminas del complejo B: Tiamina B1: 460 ug: Riboflavina B2: 550 ug; Niacina B3: 5000 ug: Piridoxina B6: 550 ug; Ácido Fólico B9: 72 ug; Vitamina C: 7 mg; Vitamina E: 15 ug: Vitamina K: 14 ug.

También es fuente de minerales: Calcio 254 mg; Fósforo 312 mg; Magnesio: 184 mg: Potasio 704 mg: Hierro 4.7 mg: Selenio: 3.5 ug: Sodio 2 mg y Zinc: 2500 ug.

La proteína de las oleaginosas es completa, pues contiene los 20 aminoácidos que integran todas las proteínas de la naturaleza; tanto las de origen animal, como las de origen vegetal; es decir, es falsa la información que se propaga en algunos medios, acerca de que las proteínas vegetales son incompletas; es conveniente aclarar, que aunque son proteínas completas; el balance de cada uno de los 20 aminoácidos que requiere un ser humano, se hace necesario combinar 4 fuentes diferentes de proteína vegetal; por ejemplo: si un día come lentejas, en el desayuno se recomienda tomar un licuado de una cucharada soperal de cada una de: ajonjoli, avellanas y almendras, para así consumir las cuatro fuentes de proteína vegetal.