La Chaya Mansa se llama Cnidoscoulus chayamansa, es un arbusto de la Familia Taxonómica de las Euforbiaceae; se cultiva en la Peninsula de Yucatán desde tiempos prehispánicos, hace miles de años por los Mayas; la Chaya silvestre es conocida como Chaya brava, la cual es urticante al contacto con la piel y popularmente se les conoce a este grupo de plantas, de varias especies, como "mala mujer".

La Chaya mansa es una planta domesticada; es decir, es una planta transformada genéticamente para hacerla comestible al ser humano, a través de las hojas, las cuales se consumen de más de 120 formas diferentes en la gastronomía Maya; tanto cruda, al vapor o cocida; en agua fresca, tacos, tamales y una gran cantidad de guisos, con salsas de lo más variado.

El Programa Universitario de Plantas Medicinales de Chapingo, bajo la dirección del Maestro Erick Estrada, ha realizado colectas y estudios de las hojas de Chaya mansa con los siguientes resultados promedio:

Cien gramos de hojas tienen 55 calorías; el 15% de carbohidratos; 2% de grasa y los contenidos en el porcentaje de proteína varía desde el 10 al 40%; ubicando a la Chaya como el cultivo más promisorio para proveer de proteínas a los humanos, ya que para cosechar los culti vos tradicionales que son fuente de proteína como los frijoles, lentejas, alubias o soya, hay que esperar un año; sin embargo, las hojas de chaya se pueden cosechar todas las semanas del año.

Cuando se cultiven los materiales genéticos de la chaya con 40% de proteína; estaremos en condiciones de producir el doble de la proteína que se produce en los animales de la granja (20%), con cosechas continuas semanalmente.

La Chaya tiene 420 mg de calcio (la leche de vaca 119 mg): 11 mg de hierro (la carne roja 2.5 mg; el hígado 8 mg); 274 mg de Vitamina C (la Naranja tiene 46 mg); además de beta carotenos y vitaminas del complejo B.