El Chicharo se llama Pisum sativum, y pertenece a la Familia Taxonómica de las Leguminosae; es originaria del Asia Central y el Mediterráneo; su cultivo y domesticación se remonta a los origenes de la agricultura hace unos 10 mil años; llegó a nuestro País en el Siglo XVI.

Los Chicharos también son conocidos como Guisantes o Arvejas, y forman parte importante de la historia de la Ciencia de la Genética, porque con ellos, el Monje Agustino, Católico, y Naturalista Gregor Johann Mendel (1884-1822), de origen Austriaco, publicó en 1866, lo que hoy es conocido como "Las Leyes de Mendel" de la genética; bajo las cuales determinó que hay caracteres dominantes, al manifestarse el efecto o característica de un gen; y que hay caracteres recesivos; se trata de genes que están presentes, pero que no se expresan.

Con las características físicas de los chicharos en color y rugosidad, determinó cómo se pueden expresar los genes dominantes y recesivos y sí están en cromosomas separados o no. Seis años después de su muerte se comenzaron a conocer sus trabajos; a partir de los cuales da inicio la Genética como una Ciencia; tan importante, que con los años da origen. a la Genómica; a la Biotecnología, los Cultivos de tejidos, la Epigenética, la Ingeniería Genética, que permite modificar e incorporar genes entre diferentes especies, con aplicaciones que hoy generan mucha polémica como los alimentos transgénicos.

El Instituto Nacional de Cancerología recomienda consumirlos Chicharos, pues 100 gr proporcionan 360 Unidades de antioxidantes y el ser humano requiere 3000 unidades cada día para prevenir los más diversos tipos de cáncer: comer chícharos y todas las verduras; en especial las de hoja verde, evita las alteraciones genéticas o mutaciones en las miles de células nuevas que se forman cada segundo de nuestra vida, pues: constantemente se regeneran todos nuestros tejidos y órganos.

Todos los cánceres comienzan con una mutación o alteración genética provocada por los radicales libres de la dieta carnívora y la manteca vegetal a base de aceite de coco y de palma africana; así como todos los alimentos fritos y horneados; además de la contaminación ambiental, las hormonas que se usan en la producción de los alimentos de la granja, etc.

Antioxidantes como la Epigenina, de todas las verduras, previene cáncer, y en general son antiinflamatorias; reducen la oxidación del colesterol. y por este mecanismo se previenen los infartos, la diabetes tipo dos, la colitis y los dolores de cabeza; además, la Epigenina, de los vegetales, es determinante en los tratamientos; pues esta molécula destruye el caparazón de mucina; una capa de proteina, con la cual se protege cada célula cancerosa para no ser destruida por los linfocitos o por la quimioterapia.

Así se explica porqué los pacientes que comen al menos 3 raciones de 300 gramos de verduras cada día, se recuperan mucho más pronto del cáncer.

100 gramos de Chicharos nos proporcionan 81 kilocalorías; macronutrientes: Grasa: 0.4 gr; Proteína: 7 gr; Carbohidratos: 14 gr; la mitad azúcares; es un alimento muy rico en pectinas, pues contiene 5 gr de Fibra soluble, a través de la cual se mejora la digestión.

Es un buen multivitaminico; Vitamina A: 60 ug: Beta Carotenos 449 ug; Vitaminas del complejo B, Tiamina B1: 290 ug; Riboflavina B2: 160 ug; Niacina B3: 4000 ug; Piridoxina B6: 169 ug; Vitamina C: 40 mg; Vitamina E: 0.23 mg: Vitamina K: 25 ug.

También es un buen mineralizante; Calcio: 25 mg; Fósforo: 108 mg; Hierro: 1.47 mg: Magnesio: 33 mg: Manganeso: 0.41 mg: Potasio: 244 mg; Sodio: 5 mg: Zinc: 1.24 mg: y trazas de Cobre y Selenio.